Diabolus in nobis : Catolicismo en Daredevil
El latín ‘glattire’ perduró en nuestro idioma por ininterrumpida tradición oral hasta la forma actual latir. En la época de los humanistas se puso en circulación el latinismo ‘latente’, acomodando ligeramente el participio ‘latens’, ‘latentis’ (acus. ‘latentem’) del verbo ‘lateo, latere’, que significa ‘estar escondido’ o ‘estarse escondiendo’; el participio era muy usado por los escritores latinos con el sentido de ‘encubierto, secreto, misterioso, solapado, en acecho’, que es el que tomaron nuestros humanistas y el que ha perdurado en la lengua general de nuestros escritores. Pero entre nosotros se ha cumplido un cruce de sentidos equiparable al de ‘décrepi + décrépit’. Las gentes asocian ‘latente’ con ‘latir’, y en los diarios y conferencias se lee y oye ‘un entusiasmo latente’, ‘un amor latente’, con el sentido de ‘ardoroso’, de ‘corazón palpitante’, ‘latiente’.
Amado Alonso
Antes de comenzar a explicar el tema que elegí para esta ponencia en profundidad, voy a dar una pequeña introducción argumental. Daredevil es el héroe de un comic de Marvel, con el mismo nombre. Fue creado por Stan Lee y Bill Everett en los años 50. El nombre del personaje es Matthew Michael Murdock (referencia al evangelista y al arcángel), queda ciego de niño, debido a un derrame accidental de químicos, él salva la vida de un hombre que está a punto de ser atropellado. Descendiente de irlandeses católicos, su madre ahora es una monja, y el padre es un boxeador que muere al no perder como lo había pactado. Vive en Hell’s Kitchen, New York. Al principio estaba concebido como un personaje más optimista, comparable al Hombre Araña. Los años 80 harán que los escritores de los comics tomen características de los thrillers y el policial negro, más notablemente de la mano de Miller. El carácter católico del personaje también queda impreso en esta era, gracias a la serie de comics Born Again.
La serie de Netflix sobre la que voy a trabajar tiene algunos cambios, porque está situada en la actualidad. Son 13 episodios por temporada. El personaje es católico por tradición familiar, pero está algo alejado de la fe. Trabaja como abogado en su propia firma, Nelson & Murdock. Al mismo tiempo, la ciudad está amenazada por círculos de corrupción en el sector de la construcción, trata de blanca y narcotráfico, conformados por norteamericanos, rusos y chinos, algunos japoneses. Se ven crímenes violentos de todo tipo, principalmente asesinatos, que finalmente van a remitir a Wilson Fisk, o Kingpin. Hay multiplicidad de lenguas: ruso, chino, japonés, español e inglés, todo esto dificulta el entendimiento junto con lo que argumentalmente no se nos dice, o se adelanta de modo parcial. La discapacidad del personaje se convierte en otro eje: la ceguera, asociada con la oscuridad, le permite otros modos de “ver”, que se relacionan con los sentidos restantes.
La forma en que la serie de Netflix lo adapta, lo hace parecer más un murciélago que otra cosa. Tiene un modo de captar el panorama, que le hace sentir dónde están los objetos, en base a lo que oye, huele, toca, etc. Entonces, la oscuridad tiene una connotación negativa y otra positiva: le permite centrarse en sonidos que otros no oirían, pero también está asociada al mal. Otras personas quedan ciegas a causa de son utilizadas por la mafia china para la producción y traslado de heroína, que financia las actividades criminales de la ciudad.
Claro que después se nos adelanta, que los químicos fortalecieron los sentidos restantes, y que tuvo un entrenamiento bastante excepcional que le permite luchar sin dificultad alguna, aunque su mentor no fuera exactamente irreprochable desde el punto de vista ético.
El tema central sobre el que voy a trabajar, como eje, es la omnipresencia del Diablo. En parte, esto ya es visible, primero por el nombre de la ciudad, y después por el del héroe en sí. No hay que olvidar la cuestión de la fe del personaje, lo que hace que se confiese con frecuencia. El tema de la tentación, de la justicia que está tomando por mano propia, hace que se vea enfrentando la posibilidad de asesinar a alguien, de extralimitarse aun más, también la maldad de toda la situación que lo rodea le hace tomar conciencia de la presencia del diablo.
Una de las fallas teológicas, es justamente el hecho de que tanto el sacerdote como Matt, lo personifican. El primero afirma haberlo visto en un viaje a África, el segundo, teme que Fisk lo sea. Es también el error de todos los personajes criminales, más allá de su religiosidad o no, parecen conservar el miedo de verse frente a él y hablan del diablo, cuando son atacados por el protagonista. Un sujeto enmascarado, vestido de negro, y posteriormente de rojo, cuya identidad no pueden revelar y que se opone de forma violenta a los actos criminales, parece la persona indicada para ser la personificación del mismo. Son, sin embargo, los criminales los que lo tentarán a convertirse en asesino.
Su conciencia del pecado mortal le prohíbe cruzar esa barrera. En la fe católica, se suele hablar de combate espiritual cuando se resisten las tentaciones que llevan al pecado, sería en sí una lucha contra el diablo, aunque no personificado corpóreamente, porque conserva la no corporeidad de su naturaleza angélica.
Entonces, ¿de qué estamos hablando? Vamos a entrar de lleno en la cuestión: la serie en sí, no es teológicamente sólida pero está bastante cuidada. En fin, ¿en qué pensamos cuando pensamos en el diablo? Quizá en un ángel caído, ya estamos en camino. San Agustín toma la idea del mal desde Plotino, como una ausencia. Como el no-ser. Si nosotros tenemos en cuenta esto, podemos hablar de la desnaturalización del ser que comete el mal. Este es el miedo presente en el personaje principal. En el fondo, teme estar poseído por el mal. Es importante recordar que la tendencia al pecado, que está presente en nosotros por el pecado original, no constituye una posesión demoníaca. Son dos cosas enteramente distintas. El pecado es de naturaleza espiritual dado que se hizo presente gracias a la acción de un ángel. Incluso los pecados relacionados con la carne tienen un trasfondo espiritual y el diablo se complace en ellos por envidia. En la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino (Segunda parte, q. 80), se establece que si bien el diablo no puede ser causa directa del pecado, tampoco puede inducir al hombre a hacerlo controlando su voluntad.
“El diablo, en efecto, ocasional e indirectamente, es causa de todos nuestros pecados, en cuanto que indujo a pecar al primer hombre, por cuyo pecado, de tal manera fue viciada la naturaleza humana, que todos estamos inclinados al pecado; así como se diría ser causa de la combustión de los maderos el que los hubiese cortado, de lo que se seguiría que se quemarían más fácilmente. Mas (el diablo) no es causa de todos los pecados de modo que los sugiera todos.”
En lo que refiere a la posesión demoníaca, su carácter es excepcional. Intuir una posesión demoníaca equivaldría a no responsabilizar a la persona de sus pecados, ya que no serían culpa de un obrar consciente. Del mismo modo, cuando una persona comete un pecado mortal y no es consciente de ello, no está actuando de modo deliberado (Summa Daemonica, c.99).
Autoridades en el tema, como el Padre Fortea, sostienen que la posesión es algo que debe estudiarse con cautela. En algunos casos, se trata de enfermedades mentales que atañen a la medicina. Entonces, si bien el diablo está presente como monstruo en la serie, se lo equipara con la tendencia al pecado, con el castigo por la tendencia al pecado, y a la causa directa del pecado, lo que vimos que no es cierto. Actúa como monstruo en la serie en sí. Aunque en realidad lo que se muestra es que un pasado traumático y mala educación, parecen ser la causa de la maldad en el oponente del protagonista, y que el miedo de ser “un monstruo”, que sus propias acciones lo hagan dejar de ser humano, es palpable.
Las líneas entre el bien y el mal pueden ser borrosas para el observador externo, pero no dejan de estar claras en una visión objetiva. La meta es hacer que el espectador se pregunte por qué está del lado de Murdock, si emplea las mismas palabras que Fisk, si tiene la misma pretensión: presentarse a sí mismo como alguien que busca “hacer del mundo un lugar mejor”, si al final, ambos utilizan medios no lícitos para lograrlo. Quizá sea el hecho de que el segundo intenta imponer su voluntad a toda costa lo que causa el rechazo, que ha cruzado la línea que Murdock no se atreve a cruzar, la del asesinato. Este límite moral es reprochado por Stick, el mentor de Murdock, que reaparece por motivos personales y que practica una especie de ascetismo desligado lo más posible de cuestiones afectivas y sociales. Hay otras representaciones más estereotípicas del diablo, que vienen dadas por el traje del personaje: rojo y con cuernos, pero no vienen al caso, creo que estoy más interesada en los aspectos éticos / psicológicos / doctrinales.
Si tuviera que enfrentar toda la serie con la doctrina Católica, no acabaría más. Además, hay un artículo muy interesante en la revista online Slate, que se titula “Daredevil’s Greatest Superpower is his Catholicism” (o El más grande superpoder de Daredevil es el Catolicismo), donde explica la importancia de que la confesión nunca se concrete, pues él nunca podría volver a salir como héroe si le dice expresamente al padre Lanthom qué es lo que hace. De todas formas es importante ver cómo se recupera el sentido del pecado para actuar como un referente moral. Esto también es explicado por otro artículo que se llama “Daredevil, Catholicism and the Marvel Moral Universe”, escrito por Leah Schnelbach.
Como oposición hay una imagen crística en el hecho de que el héroe no es invulnerable, y sufre una herida en el costado sobre la que se enfatiza para hablar de una debilidad humana, y a la vez referir a una especie de pasión. Referencias varias al martirio por parte de los personajes. Contrastando con los cómics, no parece estar movido por la venganza, como en un principio también podría haberlo estado Spiderman, sino que lo primero que hace es salvar a un niño que conoce. Que los primeros crímenes que combata estén relacionados con la pedofilia y la prostitución, puede sugerir un intento de mostrar una imagen nueva de la Iglesia, según la autora.
Además, nunca olvida su condición humana, y en el momento de desesperación, el sacerdote le recuerda que sus enemigos también son como él. La actitud de los personajes hacia la religión es variada, en los antagonistas hay un marcado dejo de soberbia, mientras que el protagonista recurre a ella, como hemos visto, para imponerse límites a sí mismo. En otros personajes secundarios, algunos respetan las convicciones del amigo, mientras que otros son aún más devotos. En el Padre Lantom, Matt encontrará un guía espiritual, que le permitirá analizar sus verdaderas intenciones.
La temporada se centra en la parábola del Buen Samaritano, a la que los personajes hacen alusión de modos más o menos indirectos, hasta que, finalmente, cuando Fisk está siendo llevado a la prisión, se alude de modo directo a ella. Él estaba convencido del fin bueno de sus acciones, se dio cuenta que formaba parte de los asaltantes (la parábola está en el capítulo 10 del Evangelio de Lucas). El lugar del buen Samaritano, pasa a ser llenado por Daredevil / Matt Murdock.
Pareciera que vine a arruinarles una serie que quizás muchos de ustedes ni siquiera hayan visto. Pero no vine a hacer eso, espero que les haya gustado.
Fuente: https://medium.com/@tinynoose/diabolus-in-nobis-catolicismo-en-daredevil-c3d50c16efc8
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