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“El calentamiento global es la mayor farsa de la historia”

El pasado 12 de diciembre se cumplieron 5 años de la firma del Acuerdo de París, el tratado ambiental más grande de la historia, cesionario del Protocolo de Kioto. Primordial objetivo del Acuerdo de París es vigorizar la respuesta mundial a la “amenaza del cambio climático”, manteniendo el aumento de la temperatura mundial en este siglo por debajo de los 2 ˚C con respecto a los niveles preindustriales, y persistir con los ahíncos para seguir reduciendo el aumento de la temperatura a 1,5 ˚C, a fin de evitar con esta disminución que

Para 2100 el aumento del nivel del mar a nivel global sería 10 cm más bajo con un calentamiento global de 1,5°C. Las probabilidades de tener un Océano Ártico sin hielo durante el verano disminuirán a una vez por siglo, en lugar de una vez por década, con el máximo en 1,5ºC si el límite se establece en los 2ºC. Los arrecifes de coral disminuirían entre un 70 y 90% con un calentamiento global de 1,5 °C mientras que con 2ºC se perderían prácticamente todos (el 99%)[1].

 

Ahora bien, el término “Cambio Climático” es, en sí mismo, una redundancia, pues no hay nada más variable e inestable que el clima. Como nos recuerda Patrick Moore, expresidente de Greenpeace, que formó parte de la misma desde comienzos de la década de 1970 hasta 1983, cuando renunció:

Hace solo 2.000 años, hemos visto el Periodo de Calentamiento Romano, cuando [el planeta] estaba más caliente que hoy… Luego vinieron los Años Oscuros más fríos… Seguidos por el Medieval Caliente, cuando estuvo al menos igual que caliente que hoy… Luego tuvimos la Pequeña Edad del Hielo, que condujo a los vikingos fuera de Groenlandia [cuyo nombre, en danés: Grønland, significa Tierra Verde]. Y, más recientemente, un calentamiento gradual de 300 años hasta el día de hoy. Eso es un montón de cambios. Y, por supuesto, ninguno de ellos fue causado por humanos[2].

 

En un sentido análogo nos recuerda Javier González Corripio[3], científico que ha hecho su fuerte áreas de estudio como la Glaciología, Meteorología y el Cambio Climático, y ha colaborado con estudios de la NASA:

El cambio climático no es nuevo, hay oscilaciones muy extremas, como las glaciaciones, y otras más suaves que han hecho oscilar la temperatura global. Por ejemplo, el glaciar de Mendenhall, en Juneau, Alaska, retrocede de una forma evidente, y bajo el hielo han aparecido troncos rotos de lo que fue un bosque hace un millar de años. Igual pasa en Patagonia, el glaciar Jorge Montt, que estudiamos junto con colegas chilenos, ha retrocedido kilómetros en los últimos años y donde antes había hielo ahora aparecen troncos de árboles bastante grandes y que son evidencia de un periodo incluso más cálido que el actual hace algunos siglos[4].

 

Para darnos una idea de lo variable que puede ser el clima, incluso en el corto y mediano plazo, cabe recordar que a lo largo de la década de 1970 varios científicos fueron los que alertaron acerca de un fenómeno bastante disímil del que conocemos hoy. Así, especialistas como Rasool y Schneider[5] auguraban un posible “enfriamiento global”, causado debido al efecto neto del aumento de la densidad de aerosoles en la atmosfera, el cual tendería a reducir la temperatura de la superficie de la Tierra. De hecho, por los datos provenientes de ese momento, hoy sabemos que las estimaciones demostraban una ligera tendencia a la baja de las temperaturas superficiales a partir de la década de 1940 hasta 1970. Ahora bien, hace algunos años se introdujo en el ámbito científico el término “Cambio Climático Antropogénico”, es decir, causado por actividades humanas, que tienen como corolario la emisión de sustancias a la atmosfera -gases efecto invernadero-, especialmente CO2. En este sentido, la posición oficial del ya mencionado IPPC, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, se hace visible en su Quinto informe de evaluación, publicado en el año 2014, cuya principal conclusión es que “el cambio climático es real y las actividades humanas son sus principales causantes”[6], siendo las emisiones de gases de efecto invernadero el quid de la cuestión. De esta forma, de 1880 a 2012 la temperatura global promedio ha aumentado 0,8°C. Asimismo, el sobredicho informe dedica un análisis a la cuestión del aumento del nivel del mar y sus causas a lo largo de las últimas décadas, que, como hemos visto, en realidad data de siglos. Finalmente, se consuma que, debido a la concentración actual y a las continuas emisiones de gases de efecto invernadero, es probable que el final de este siglo la temperatura media mundial continúe creciendo, efecto que acelerará el derretimiento de las capas de hielo, elevando de manera sostenida el nivel de los mares, a la vez que hará que se incremente su temperatura[7].

No obstante, Ivar Giaever, quien formó parte del panel original sobre Calentamiento Global realizado por Lindau Nobel Laureate Meetings, conferencias científicas anualizadas y celebradas en Alemania desde 1951 por ganadores del Premio Nobel, se permitió discutir con los conceptos establecidos por el IPPC:

[Lo que muchos estudios] hicieron fue hacer esta curva conocida […] [en la cual] en el eje vertical aparecen los grados en décimas de grados. Así que toda la escala vertical es aproximadamente 1 grado. En el eje horizontal [son] representa[dos] […] años desde 1860 hasta 1900 y 2000. Y como pueden ver el calentamiento se ha incrementado, pero […] la escala está completamente distorsionada. La escala total es de 1 grado ¿Y qué es lo que mide esta curva? Mide la temperatura promedio para toda la Tierra en un año. Así que esta temperatura de toda la tierra en un año es medida en una fracción de grado. ¿Qué significa esto? Creo que probablemente nada. […] Desde 1860 hasta 2010 la temperatura ha subido desde 14.85°C a 15.65°C (288°K-288.8°), un 0.3% […] la temperatura ha sido sorprendentemente estable. Si tomo donde vivo en Albany NY, la fluctuación de T° entre invierno y verano es de -77°C en algún momento. Así que ¿creen que 0.8° en promedio hace alguna diferencia para el clima en Albany? ¿Es eso tan sensible para ustedes?

[De acuerdo con los mapas de la NASA Goddard Institute for Space Studies] Entre los 30° y 60° hay un montón de estaciones, EEUU está cubierto por ellas. Pero si miran al Polo Sur hay sólo 8 termómetros de acuerdo a la NASA, eso es todo lo que tienen […] Así que si tuvieras 8 termómetros para poner en Alemania, ¿dónde los pondrías? ¿sabes? 8 termómetros para un continente no es nada. Y lo que pasa con el Polo Sur es que nunca antes ha estado tan frio como en este momento. Hay más hielo que nunca. Pero no hablan de eso, hablan del Polo Norte donde hoy el clima es más tibio en el presente. Y lo otro que me molesta es ¿cuál es la T° óptima para la Tierra? ¿es la que tenemos ahora mismo? […] quizás es 2° más tibio… nadie me ha dicho cuál es la T° óptima para la Tierra.

[…] Tanto los alarmistas como los negacionistas […] miden la T° promedio para toda la Tierra y en todo un año a la fracción de grado y ese resultado les es significativo. Por supuesto que no lo es. Cómo es posible medir la T° de la Tierra en un año y salir con una fracción de grado. […] ¡No se puede medir la temperatura de toda la Tierra! con esa exactitud. Creo que fui en el 74 0 75, y Beijing era una villa. […] Volví a Beijing hace unos años y ya no puedes cruzar la calle debido a la cantidad de autos. Y en todas partes habías edificios de 30 o 40 pisos ¿Cómo creen que eso puede haber afectado a la T° en Virginia? […] [En] los últimos 19 años… la temperatura no ha subido. Ha sido constante durante 19 años. […] Hubo un pico en el 98 eso es evidente. ¿Y qué es lo que la gente que mide la T° hace con esto? Bueno esta es su última medición y si miran la curva verán que ¡sube! La T° sube ¿cómo puede pasar esto si les mostré la otra curva en que aparece constante? La razón que ahora incluyen el océano. Pero por 100 años el océano no estaba incluido ¿Por qué creen que ahora lo está? ¿Por qué es más exacto o porque pueden chanchullar los datos? […] Obama dijo que el 2014 fue el año más caluroso registrado. Pero no es verdad, no es el año más caliente. […] aquí hay datos satelitales. Este es el máximo del 98 y el satélite muestra lo mismo. La T° no ha aumentado.

[…] Desde 1898 hasta 1998 la T° se ha elevado 0.8°K y la concentración de CO2 se ha elevado de 295 partes por millón a 367 ppm (72 ppm aprox.). En 100 años […]. Ahora, desde 1998, básicamente el año más caluroso, el CO2 se ha elevado de 367 ppm a 403 ppm aprox., 36 ppm (aprox.). Eso es la mitad del incremento anterior. Entonces ¿por qué no se ha incrementado la T° en 0.4°K?. Si eres un físico por Dios, y aquí está el experimento, y tienes una teoría que no concuerda con el experimento, entonces debes eliminar la teoría. Estabas equivocado con tu teoría. Ese es el punto, debió haber sido pero no es.

Por supuesto se supone que el Calentamiento Global está causando el Cambio Climático. Como sea el clima siempre está cambiando, pero la gente que cree en el Calentamiento Global dice que el clima cambia debido al mismo. […]  Esto ha pasado todo el tiempo y en todos lados y no tiene nada que ver con un calentamiento global. Así que le pregunto a la gente ¿por qué está cambiando el clima? Si la T° no ha subido.

[Tomé] un ejemplo. Es un poco difícil, lo saqué de […] Illan [síc.] Sampson. Considere un cuarto de 12m*12m*3m2, una sala de estar grande. Lo sellamos, aislándolo del mundo, y en el resto del mundo están estos malvados autos que liberan CO2. La pregunta es, después de haber sellado el cuarto ¿Cuántos fósforos se necesitan encender a diario, semanalmente o en total para infringir al cuarto lo que los malos autos hacen en el exterior? […] si tomas el cuarto y enciendes un fósforo, tienes la misma cantidad que 20 años de manejo. 20 años. 1 fosforo en un cuarto. Es el mismo CO2 que 1000 millones de autos. Los físicos son buenos en estos cálculos[8].

 

Por su parte, el profesor de física teórica en la Universidad Complutense de Madrid, Juan José Ramírez Mittelbrunn, al ser consultado acerca de la teoría del Cambio Climático Antropogénico, respondió:

Me parece una obviedad que existe cambio climático. Siempre ha existido y siempre existirá. El clima en la Tierra siempre ha cambiado y seguirá cambiando, con y sin intervención humana, si bien parece extraordinariamente difícil predecir cómo. A modo de ejemplo, en las últimas tres décadas se ha predicho al menos cinco veces y con fechas concretas por parte del ‘lobby del cambio climático’ que el océano Glacial Ártico sería navegable. Han vencido todas las fechas previstas para ello y el hielo sigue ahí. En realidad todas las predicciones hechas por el ‘lobby’ climático, con el IPCC a la cabeza, han fallado hasta la fecha. Cualquier otra teoría pretendidamente científica con semejante grado de desaciertos habría sido desechada y sus proponentes habrían perdido todo el crédito.

 

El consenso científico

 

Sin embargo, se nos podrá señalar que, en efecto, los científicos que discrepan sobre el cambio climático son una minoría. En los años postremos, se ha generado una suerte de falacia de autoridad en torno a un supuesto “consenso científico” que legítima la Teoría del Calentamiento Global Antropogénico. Una investigación realizada por el equipo de trabajo de John Cook publicada en 2013 popularizó la conocida cifra del 97% de consenso científico acerca de la existencia de un cambio climático antropogénico, es decir, producido por actividades humanas. A decir verdad, su investigación concluyó de esta manera:

El número de artículos que rechazan AGW [Calentamiento Global Antropogénico] es una proporción minúscula de la investigación publicada, y el porcentaje disminuye ligeramente con el tiempo. Entre los artículos que expresan una posición sobre AGW, un porcentaje abrumador (97,2% basado en autoevaluaciones, 97,1% basado en calificaciones abstractas) respalda el consenso científico sobre AGW[9].

 

No obstante, parecería ser que Cook y su equipo olvidan que nadie votó la Teoría de Gravitación Universal de Sir Isaac Newton: la ciencia simplemente no funciona así y, aunque un grupo mayoritario de científicos decidieran abolir tal ley de gravitación hoy en día, nadie saldría volando despedido del suelo. Por otra parte, diría el poeta francés Jean Cocteau: “No se debe confundir la verdad con la opinión de la mayoría” y, en todo caso, “un hombre con más razón que sus conciudadanos constituye una mayoría de uno”[10], como decía Henry Thoreau. Pese a ello, los resultados destacados por Cook y su equipo verdaderamente poco nos dicen, ya que no pocos son los científicos que han denunciado a lo largo de las últimas décadas algunas irregularidades. En su informe, Cook y su equipo parecen obviar el hecho de que, como sentenció mayestáticamente el citado profesor González Corripio:

Hay editores de revistas prestigiosas que han tenido que dimitir por publicar artículos contrarios al “mainstream”. Entre los ‘e-mails’ filtrados de la Universidad de East Anglia (Climate Gate) hay numerosos casos de perversión del proceso de revisión por pares y acoso a voces contrarias. Es conocido el caso de Garth Paltridge, Chief Research Scientist, CSIRO Division of Atmosphere Research, a quien amenazaron con dejarlo sin financiación si expresaba su escepticismo, etcétera. […] Como investigador hubiera sido mucho más lucrativo explotar el interés por el cambio climático catastrófico y explotarlo, hay muchísima más financiación disponible, mientras que no hay ningún apoyo para investigar en contra: el dinero de las petroleras para los negacionistas también es un mito. Hay mucho dinero invertido en el cambio climático, la UE dedica en este presupuesto 320.000 millones de euros a “objetivos climáticos”. Las transacciones anuales en el mercado del CO2 (EU Emissions Trading System o EU ETS) superan los 49.000 millones de euros, el mercado global es del orden de 144.000 millones. El gran capital está con el cambio climático, no con los escépticos[11].

En definitiva, como manifestó Giaver: “el Calentamiento Global realmente se ha convertido en una nueva religión. Porque no puedes discutirla, no es apropiado”, al menos, en el ámbito científico, donde se supone, la ciencia debe vencer al dogma. Una nueva religión que se ampara falazmente detrás de la ciencia, pero, al mismo tiempo, “la mejor prueba de que el ‘cambio climático’ (las comillas son para distinguirlo del clima naturalmente cambiante) no es ciencia, es que es ‘incuestionable’” [12], como expresó Ramírez Mittelbrunn. En consonancia con el anterior testimonio, el propio Moore ha declarado que este consenso se basa en “una cifra completamente ridícula y falsa, ya que la mayoría de los científicos que están divulgando constantemente esta teoría catastrófica reciben dinero público”. Para él, que ocupó durante años nada menos que el rol de presidente y activista ambiental de una de las principales ONG’s ambientalistas del mundo, como lo es Greenpeace, “lo que hacen estos llamados científicos es simplemente producir más miedo para que los políticos puedan usarlo […] porque algunas personas están convencidas de que ‘¡Oh, este político puede salvar a los niños de la muerte por el cambio climático!’”[13]. Así es que, “el movimiento global que denuncia ‘el cambio climático’ ha corrompido a los políticos y las burocracias institucionales para ejercer un mayor control sobre las personas”.

Y así tienes el movimiento verde creando historias que infunden miedo en el público. Tienes a los medios de comunicación que actúan como inmensas cámaras de eco que repiten una y otra vez las noticias falsas de que están matando a tus hijos, y luego tienes a los políticos ‘verdes’ que están comprando a científicos con dinero de los Gobiernos para producir temor difundiendo materiales con apariencia científica; y luego están los negocios ecológicos y los grandes casitalistas [síc.] que están aprovechando los subsidios masivos y los encargos gubernamentales relacionados con las tecnologías verdes para incrementar sus fortunas. Y, por supuesto, están los científicos que están dispuestos, básicamente, a estar permanentemente enganchados a las subvenciones del Gobierno sobre este tema[14].

Décadas de mayor CO2, ¿Cuáles son los resultados?

 

Trayendo de nuevo a colación el testimonio del doctor en glaciología y experto en modelos de predicción meteorológica, Javier González Corripio: “Los efectos hasta la fecha han sido positivos, el mundo se ha reverdecido gracias al CO2 (según la NASA) y la disponibilidad de energía abundante ha hecho que los bosques aumenten en los países más ricos”. Al mismo tiempo, ha abierto la puerta a que “que la humanidad viva en el mejor período de toda su historia”. Callendar, “el padre del efecto invernadero, ya predijo que los efectos serían beneficiosos hace ochenta años, y así lo confirman algunos modelos económicos”. Por otra parte, “tampoco han aumentado los eventos meteorológicos extremos (lo dice el IPCC) ni el número de víctimas por huracanes o inundaciones. Ahora bien, el futuro es otra cosa, y parece aterrador, al menos según las ‘proyecciones’ de los modelos climáticos”. Se llaman así, “‘proyecciones’ y no pronósticos, que es una forma sutil de cubrirse las espaldas si fallan. Hay más de una treintena de estos modelos”, que “discrepan entre ellos más de 3°C en el presente, pero nos indican cómo va a subir la temperatura con precisión”, al tiempo que resultan “incapaces de simular la precipitación correcta actual, pero nos dicen que habrá más sequías e inundaciones, discrepan sobre el contenido de calor de los océanos en miles de trillones de julios”, pero aseveran “cuál será la subida exacta el nivel del mar”[15].

En este sentido, es preciso remarcar que no han aumentado las víctimas de desequilibrios climáticos. Como nuevamente nos recuerda Norberg, “a pesar de lo que oímos en cada ola de calor, son más las personas que mueren por el frío que las que fallecen por el calor”. De hecho, “el número de estadounidenses que murieron por exceso de frío de 1979 a 2006 fue casi el doble del número de muertos por exceso de calor”[16] y, si continuamos investigando, daremos con que

En un ensayo, se observaron todas las muertes de las 8498 sequías, incendios forestales, tormentas, inundaciones, movimientos de masa húmeda (como avalanchas y derrumbes) y los casos de temperaturas extremas informados entre 1900 y 2008 en la base de datos internacionales sobre desastres EM-DAT. Desde la década de 1920, el número de muertes por estos fenómenos climáticos ha disminuido casi todas las décadas, aunque la población haya crecido en forma marcada. La mortalidad anual por estos fenómenos disminuyó en 84% entre los periodos de 1900-1989 y 1990-2008. La tasa de mortalidad anual -el riesgo de morir a causa de un desastre natural- disminuyó en un sorprendente 94%[17].

 

Esto no implica, desde luego y como hemos expresado anteriormente, que estemos expresando la idea de que todas las emisiones de gases de efecto invernadero sean beneficiosas. Debemos señalar, al mismo tiempo, que no sujetamos el deseo de que las emisiones se incrementen de manera ininterrumpida, aunque prevemos que de ello se nos acusará. Pues la prudencia debe presentarse ante todo cuando hablamos de nuestro clima.

En otro sentido, el catastrofismo climático que vaticina el mainstream mediático tiene cierto grado de veracidad, en efecto, el planeta siempre está en un continuo cambio, sin embargo, no siempre este se debe a las actividades humanas y, en todo caso, no siempre estas alteran su entorno de forma desfavorable. El nivel de los mares mantuvo un continuo ascenso, pero también lo hizo desde hace trescientos años, cuando las emisiones antropogénicas de GEI no representaban ningún nivel considerable. El planeta ha vivido un periodo de calentamiento gradual, pero también lo vivió hace 2.000 años, cuando la Humanidad no sustraía de la pobreza extrema a la mayor parte de sus habitantes gracias a la Revolución Industrial. En verdad, como sentenció Cocteau, “un vaso medio vacío es también uno medio lleno, pero una mentira a medias de ningún modo es una media verdad”. Por otra parte, resulta innegable que si, en efecto, la militancia ecologista basara sus afirmaciones en bases verdaderamente científicas, no habrían errado todos y cada uno de sus postulados desde 1968 en adelante. Y, por otro lado, si algo detesta el ecologista es la evidencia empírica: nunca las especies han estado en mayor peligro que siendo “protegidas” por el Estado; nunca los recursos se han agotado tan rápido como en manos de burócratas, y nunca el clima se ha mantenido tan estable como en los últimos 300 años.

 

NOTAS:

[1] https://www.un.org/es/sections/issues-depth/climate-change/index.html

[2] Mentirle al Pueblo. (2019, noviembre 4). «Esto es lo que no te cuentan del Cambio Climático» Patrick Moore, co-fundador de Greenpeace:. Recuperado de https://youtu.be/nPeC74VYIpA

[3] Ver CECs: Centro de Estudios Científicos. Recuperado de: http://www2.cecs.cl/website/index.php/es/integrantes/954

[4] Villareal, A. (29 de septiembre de 2019). “El 97% de los científicos está con Greta Thunberg. Hablamos con el 3% restante”. El Confidencial. Recuperado de: https://www.elconfidencial.com/tecnologia/ciencia/2019-09-29/cientificos-escepticos-climaticos-greta-thunberg-188_2258679/

[5] Rasool, S. I. Schneider, S. H. (1971). “Dióxido de carbono atmosférico y aerosoles: efectos de grandes aumentos en el clima global”. Science, 173, 3992. Pp. 138-141. Recuperado de: https://science.sciencemag.org/content/173/3992/138

[6] Como podemos observar en el sitio web de Naciones Unidas https://www.un.org/es/sections/issues-depth/climate-change/index.html

[7] Ver en https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/2018/03/WG1AR5_SummaryVolume_FINAL_SPANISH.pdf

[8] Bitrian Crespo, R. 2019, 0ct. 9. Premio Nobel desmiente calentamiento global [Archivo de video]. Recuperado de https://youtu.be/DZ2KrExjs18

[9] Cook, J. Nuccitelli, D. Green, S. A. Richardson, M. Winkler, B. Painting, R. Way, R. Jacobs, P. Skuce, A. (2013). “Cuantificar el consenso sobre el calentamiento global antropogénico en la literatura científico”. IOP Science. Recuperado de: https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/8/2/024024#artAbst

[10] Thoreau, H. D. “Sobre la desobediencia civil” (2014); Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ed: Diada. p. 77

[11] Villareal, A. (29 de septiembre de 2019). “El 97% de los científicos está con Greta Thunberg. Hablamos con el 3% restante”. El Confidencial. Recuperado de: https://www.elconfidencial.com/tecnologia/ciencia/2019-09-29/cientificos-escepticos-climaticos-greta-thunberg-188_2258679/

[12] Villareal, A. (29 de septiembre de 2019). “El 97% de los científicos está con Greta Thunberg. Hablamos con el 3% restante”. El Confidencial. Recuperado de: https://www.elconfidencial.com/tecnologia/ciencia/2019-09-29/cientificos-escepticos-climaticos-greta-thunberg-188_2258679/

[13] La Tribuna del País Vasco. (10 de marzo de 2019). “Patrick Moore: ‘El calentamiento global es una de las mayores estafas científicas de la historia’”. Recuperado de: https://latribunadelpaisvasco.com/art/10633/patrick-moore-el-calentamiento-global-es-una-de-las-mayores-estafas-cientificas-de-la-historia

[14] La Tribuna del País Vasco. (10 de marzo de 2019). “Patrick Moore: ‘El calentamiento global es una de las mayores estafas científicas de la historia’”. Recuperado de: https://latribunadelpaisvasco.com/art/10633/patrick-moore-el-calentamiento-global-es-una-de-las-mayores-estafas-cientificas-de-la-historia

[15] Villareal, A. (29 de septiembre de 2019). “El 97% de los científicos está con Greta Thunberg. Hablamos con el 3% restante”. El Confidencial. Recuperado de: https://www.elconfidencial.com/tecnologia/ciencia/2019-09-29/cientificos-escepticos-climaticos-greta-thunberg-188_2258679/

[16] Norberg, J. “Grandes avances de la Humanidad” (2016); Buenos Aires. Ed.: El Ateneo. Traductora: Ana Bello. pp. 170

[17] Norberg, J. “Grandes avances de la Humanidad” (2016); Buenos Aires. Ed.: El Ateneo. Traductora: Ana Bello. Pp. 173-174




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